Los territorios rurales tienen un papel central que desempeñar en las economías inteligentes y sostenibles del siglo XXI. Se deben buscar nuevas y mejores formas para empoderar a las comunidades rurales a fin de que desempeñen plenamente su papel al abordar áreas de políticas vitales como la seguridad alimentaria, la energía renovable, la protección ambiental y la creación de empleo. Sin embargo, la provisión de conectividad a través de banda ancha es uno de los requisitos previos clave que se necesitan para hacer que los pueblos y las ciudades pequeñas sean socios plenos en la economía moderna. Estas son algunas de las conclusiones del Dictamen del Comité Económico y Social Europeo "Los pueblos y las pequeñas ciudades como catalizadores del desarrollo rural: retos y oportunidades", en el que la institución defiende la innovación en los territorios rurales a través de iniciativas como la de Smart Villages.
Los pueblos y las ciudades pequeñas son centros de actividad que sostienen el desarrollo de la población en las áreas rurales. Están bajo una presión creciente respecto a la centralización de los servicios, por ejemplo, como escuelas, servicios de salud, sociales y de transporte. Las comunidades rurales temen que su pérdida de servicios sea ignorada. La disminución de la población reduce el número de pequeñas empresas, mientras que los precios de las casas se inflan más allá del alcance de los jóvenes por "efecto dormitorio".
Este dictamen del CESE considera las causas principales de estos fenómenos, el impacto negativo que tienen en las áreas rurales y destaca las mejores iniciativas para revitalizar las comunidades a través de los PDR y otras medidas de apoyo. Este posicionamiento del CESE dará un impulso a la necesidad de una fuerte intervención institucional.
Puntos clave del Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre los Smart Villages
El CESE respalda plenamente la Iniciativa de Smart Villages de la Comisión Europea, especialmente debido a las promesas hechas con respecto a la cooperación entre las Direcciones.
La banda ancha rápida es crucial para que las aldeas y pueblos desarrollados inteligentemente tengan alguna esperanza de desarrollo económico y social, y debe ser totalmente accesible, como lo garantiza la Declaración de Cork 2.0 de 2016.
Los servicios públicos de educación, capacitación, salud y asistencia social deberían integrarse, agruparse y ser innovadores al utilizar los avances tecnológicos.
Las autoridades de planificación de las zonas rurales deberían abogar por un proceso propicio para la renovación de los edificios redundantes de las aldeas y las ciudades pequeñas, garantizando bajas tasas de negocios para las empresas iniciales y contribuciones compensatorias de los proyectos minoristas de las afueras de la ciudad.
La mala conectividad del transporte es otro desafío y se recomienda el transporte compartido, los autobuses y automóviles de propiedad comunitaria donde el sector privado se retira.
Siempre que sea posible, se debe alentar a los empleadores a que respalden el trabajo a distancia y a que se den cuenta de los beneficios potenciales de las asociaciones rurales/urbanas.
Tanto el turismo rural y agrícola como las actividades relacionadas con la salud y la marca de los productos agrícolas y artesanales locales, o el aumento del catálogo cultural e histórico son aspectos fundamentales. A través del apoyo habilitante del PDR, existe un margen para que los empresarios emprendedores atraigan la inversión interna y desarrollen y comercialicen productos de valor agregado.
Los pueblos y las ciudades pequeñas necesitan empoderamiento con mayores poderes y acceso a recursos financieros para liderar y apoyar los deseos de sus electores.
LEADER y los Grupos de Acción Local deben ser plenamente apoyados en sus esfuerzos para promover el desarrollo local, alentando a las empresas, tanto privadas como sin fines de lucro a comenzar y crecer, y para garantizar un espíritu comunitario comprometido y solidario. Con una mejor cooperación, estos esfuerzos podrían expandirse a través del Desarrollo Local liderado por la Comunidad (CLLD).
La gente en pueblos y ciudades pequeñas debe comprometerse con un sentido de comunidad que aliente el liderazgo desde adentro. Las escuelas y los mentores locales deberían promover el liderazgo.
Las instituciones de la UE y sus partes interesadas deberían organizar un día de celebración anual para promover comunidades exitosas y cohesivas de pueblos pequeños.
El CESE recomienda que el Banco Europeo de Inversiones elabore planes de ayuda a medida para pequeñas empresas rurales, tanto empresas privadas como sociales, tal como se prometió en su programa 2017-2019.
Los organismos representativos de los jóvenes deberían recibir apoyo para crear un camino para los foros de jóvenes en las comunidades locales, lo que impulsará la acción sobre sus necesidades y aspiraciones.
Los valores culturales que se encuentran en los pueblos y ciudades pequeñas deberían tener un lugar destacado en la publicidad e iniciativas durante el Año Europeo del Patrimonio Cultural 2018.
El Comité recomienda que las "buenas prácticas" se compartan en todos los niveles.
